Impacto del coronavirus en las apuestas deportivas
La expansión del coronavirus ha tenido ya consecuencias importantes en el mundo del deporte. El primer fin de semana de marzo se han suspendido y aplazado 5 encuentros de la Seria A italiana de fútbol, que en un principio iban a jugarse a puerta cerrada. El 3 de marzo el partido de la Euroliga de Baloncesto entre el Olimpia Milano y el Real Madrid se disputó a puerta cerrada.
Con el aumento diario del número de personas infectadas en todo el mundo, es una cuestión de tiempo que el caso italiano se extienda a otros países. Para reducir la tasa de contagios se prohibirán las aglomeraciones de personas durante un tiempo, esperemos que el menor posible. Y esto afectará a la gran mayoría de eventos deportivos. La cuestión es si estos eventos se disputarán a puerta cerrada o si se cancelarán/aplazarán. Es obvio que un partido de fútbol, baloncesto, tenis, etc. disputado sin público pierde gran parte de su atractivo. Esta es la razón por la cuál Italia decidió suspender estos partidos, aunque previamente habían decidido que se disputarían sin público. El problema es que, si la propagación del virus continúa y se siguen suspendiendo encuentros, muchas de las competiciones no van a poder acabar por falta de fechas. Esto va a generar además graves problemas económicos en los clubes y en todo el sector. Por ello es probable que la decisión que se adoptará antes o después será la de disputar los partidos de las diferentes competiciones deportivas a puerta cerrada. De eta forma se evitará que se suspendan las ligas y se mitigará en parte el perjuicio económico.
Si esto ocurre, las cuotas de los partidos van a sufrir importantes cambios. No existe una base de datos de partidos jugados a puerta cerrada lo suficientemente grande como para extraer conclusiones, por lo que nos aventuramos a estimar lo que podría suceder. El efecto más importante y obvio es que la ventaja del factor campo se elimina casi por completo. La primera consecuencia es por tanto que las cuotas a ganador de los equipos que juegan en casa serán más elevadas de lo que serían en circunstancias normales. En otras apuestas como el número de goles o puntos, es difícil saber en qué medida se pueden ver afectadas. Una primera reflexión es que en un partido frío, sin público, puede haber un descenso de la tensión de los jugadores. Esta menor competitividad podría suponer que los equipos tengan menos ansías de ir a buscar el gol, pero también que la capacidad defensiva de ambos equipos se resienta. Por ello, es complicado estimar el impacto en las apuestas a número de goles o número de puntos. En cuanto a las apuestas a tarjetas en el Fútbol, sí creo que un ambiente más gélido e íntimo contribuirá a una menor tensión y posiblemente a un menor número de tarjetas en media por partido.
En los deportes en los que no hay factor local/visitante como el Tenis, seguramente los favoritos sean menos favoritos. El hecho de que el partido se juegue en unas circunstancias tan especiales y frías puede generar una incertidumbre extra que las cuotas deben reflejar. Es decir, se introduce en el juego un factor adicional nuevo –gradas vacías- que de alguna forma tendrá un impacto en los jugadores. Se genera por tanto un componente nuevo de incertidumbre que debería “cotizar”.
Al final, si esta hipótesis en la que un gran número de partidos en diferentes deportes se disputan a puerta cerrada se cumple y se extiende durante cierto tiempo, tendremos una muestra estadística importante para poder analizar de una forma curiosa el efecto del público en las competiciones.