¿Qué son los inversores sino unos apostadores natos?
Igual que ocurrió la noche del Brexit, la evolución de los mercados financieros y las cuotas de las apuestas a próximo presidente de los EEUU han ido de la mano desde que comenzaron a conocerse los primeros resultados de las urnas en la madrugada del 9 de noviembre. En realidad, los movimientos más o menos bruscos comenzaron antes, al calor de las encuestas que se iban publicando o de las noticias que iban conociéndose sobre los emails privados de Hillary Clinton.
“A priori” las bolsas y el dólar veían mal una victoria del magnate norteamericano. La incertidumbre sobre la política que llevaría a cabo no gustaría a los inversores, que venderían la divisa americana y la renta variable ante las dudas que generaría su futura gestión al frente de la Casa Blanca. Por ello, según se conocía que Trump tenía muchas opciones de ganar el estado de Florida (una de las claves, con 29 votos electorales) el dólar empezó a bajar contra la mayoría de las divisas y los futuros sobre indices que anticipan el comportamiento de las bolsas cayeron con fuerza. Las bolsas asiáticas, abiertas, también sufrieron fuertes pérdidas. Por ejemplo, el índice japonés Nikkei-225 cayó un abultado 5.4%.
Este es un claro ejemplo de que los mercados financieros son también mercados de apuestas. Los inversores toman posiciones en los diferentes activos financieros apostando a un determinado evento, que ganaba Clinton o que ganaba Trump.
En principio, un inversor que hubiera querido beneficiarse de una victoria del republicano podría haberlo hecho vendiendo futuros sobre índices ó comprando casi cualquier divisa contra el dólar, entre múltiples opciones. O lo que es más fácil, apostando directamente a favor de Trump y en contra de Hillary en una casa de apuestas o de intercambio. En realidad, es preferible esta 2ª opción, apostar directamente al evento, ya que la incertidumbre sobre la reacción de los mercados financieros a una determinada noticia no es siempre clara. Aunque la reacción esperada ante una hipotética victoria de Trump era la caída del dólar y de las bolsas, hemos visto que pasadas unas horas ambos activos se daban la vuelta, con lo que el que hubiera especulado vendiendo dólares o bolsa y no hubiera cerrado la operación, ahora estaría en pérdidas. Y lo que es más grave, habiendo acertado la hipótesis de partida, que Trump se convertía en presidente.
En cuanto a los mercados de apuestas, sólo en Betfair Exchange se cruzaron más de 200 Mill. € en las apuestas a próximo presidente de los EEUU, de los cuáles más de 65 Mill. € se negociaron en la noche electoral. Como puede verse en el chart, Trump se llegó a pagar a una cuota cercana a 13.00 en el mercado de intercambio Matchbook durante los primeros minutos del recuento electoral. Cualquiera que hubiese confiado en la victoria de Trump podría “haberle comprado” a cuotas altas. Incluso podría haber hecho trading y “haberle vendido” a cuotas bajas para hacer caja y garantizarse un beneficio seguro, cuando ya se descontaba que era muy probable que el multimillonario iba a ser el vencedor.
¿Hasta donde queremos llegar? Muy fácil, los mercados financieros son mercados de apuestas, pero con una mejor imagen pública; se componen de apostadores con traje y corbata. Obviamente las elecciones son un ejemplo claro en el que mercados financieros y mercados de apuestas cotizan la misma información, quien es el presidente de los EEUU. Pero dejando estas elecciones a un lado, la evolución de los diferentes activos financieros se basa también siempre en las apuestas que realizan los inversores. ¿Subirán los tipos de interés? ¿será capaz esta compañía de incrementar sus beneficios? ¿habrá fusiones en el sector? ¿cómo afectará una libra débil a las exportaciones de las empresas británicas? ¿cómo afectará el tiempo a la cosecha de maíz? Todo, absolutamente todo, son apuestas y los precios de los activos se crean en función de las apuestas individuales del conjunto de inversores que forman el mercado. Los inversores apuestan constantemente cuando toman sus decisiones de compra o venta, exactamente igual que tú decides apostar a un equipo de fútbol o a un jugador de tenis. La realidad es que la inversión tiene una imagen positiva, una connotación de sofisticación, mientras que las apuestas tienen una connotación de juego, de ruleta, de tirar una moneda al aire. Además, como hemos visto anteriormente, las reacciones de los mercados financieros son muchas veces imprevistas, con lo que crees que puedes estar tomando una posición en un activo cuyo comportamiento será favorable si se cumple tu hipótesis/apuesta pero luego moverse en la dirección contraria a la que esperabas. Esto se puede comprobar en el gráfico del eurodólar. Durante la noche electoral el dólar cayó con fuerza (pasó de 1.10 a casi 1.13) pero cuando se confirmó la victoria volvió prácticamente al punto de partida. El que hubiera vendido dólares a mitad de la noche está perdiendo dinero.
El que escribe ha gestionado dinero en ambos mundos y claramente puedo decir que personalmente me ha resultado menos difícil ganar dinero en las apuestas que en los mercados financieros, que para mí desde hace años son más un Casino que otra cosa, por mucho análisis técnico o fundamental que sepas. Cuando las máquinas de trading, programadas por complejos algoritmos, copan la mayor parte de las operaciones, no es nada fácil batir al mercado, más bien todo lo contrario. Es cierto que en general en las apuestas la probabilidad de ganar dinero es inferior debido a que los márgenes que se llevan las casas son superiores a los que se llevan los brokers financieros. El trozo del pastel que se llevan los operadores es superior en las apuestas. Pero básicamente ambos mundos tratan de lo mismo, de APOSTAR. Realizar un análisis fundamental o técnico para comprar y vender acciones tiene más caché que analizar la información de cara a apostar en un partido. Lo primero lo suelen hacer hombres con corbata que se ganan un sueldo por ello, lo segundo chicos jóvenes que quieren ganar un dinero extra; pero al final, es absolutamente lo mismo, apostar.
Resumiendo, ¿qué son los inversores sino unos apostadores natos?
Co-founder/CEO de Pyckio.com